lunes, noviembre 15

Desaogo.

Me encantaba cuando me hacías sonreír aunque tuviese ganas de llorar, cuando me decías lo preciosa que estaba en esa foto que tanto odio, cuando me hacías sentir especial entre un montón de mediocres.
Adoraba que me hicieses la promesa de que vendrías a visitarme, y que me recordases casi cada día las ganas que tenias de verme.
Siempre sonreía cuando se abría una ventanita en el chat con tu nombre y tu foto jugando al fútbol, y en ella aparecía la frase: " helloooo preciosa! k tl?", y después nos quedabamos hablando sobre mil cosas.
Era genial despertarse a la una de la mañana porque había recibido un sms tuyo. Entonces me tiraba en la cama y sonreía mientras pensaba en ti y el corazón me iba a mil por hora.
No podía evitar sentirme la chica mas afortunada del mundo, no podía evitar hablar de ti a todas mis amigas sonriendo y no podía evitar soñar contigo cada noche.


Pero ahora cada vez que pienso en ti me entristezco, y, si estoy sola, incluso me echo a llorar.
Me echo a llorar cada vez que mis amigas me preguntan y me echo a llorar cada noche en mi cama porque no me llega tu mensaje.


No puedo negar que siga soñando contigo, y que de vez en cuando sonría cuando leo tus mensajes guardados en mi móvil.
No puedo evitar pensar constantemente en ti y no puedo evitar deprimirme cada vez que pienso que todo esto a acabado, que todo a sido una ilusión mía.


Ante todo no puedo negar que te quiero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario