miércoles, junio 22

Nunca he sido de las que reciben el día con una sonrisa, por eso me encanta que me de el sol en la cara. No me gusta el frío de la oscuridad, pero si el calor que a veces desprende. No valgo tanto como dices, en cualquier caso, eres tu el que me hace valer tanto. Al fin y al cabo, si recibía el día con una sonrisa y me encerraba en la oscuridad es porque en ese día y en esa oscuridad, te encontrabas tu.

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