+¿Qué eres? 
-Un juguete 
+¿Y por qué lo eres? 
-Porque me gusta serlo.

No es que lo anheles ni lo desees, pero es que es él quien juega contigo, y eso lo hace menos malo.
Si te paras a pensarlo con frialdad te sientes mal y te entran ganas de gritarle, decirle que se largue, que te deje en paz. Cuando le ves en el pasillo te pones nerviosa, rígida, intentas ser fría, pero en cuanto clava su mirada en ti le sonríes y de pronto todo se vuelve maravilloso.
No eres mas que un capricho, un entretenimiento pasajero, y aún así le esperas. Esperas que un día deje de jugar contigo y te diga lo que tanto deseas oír. "Te quiero". Un te quiero de sus labios. Pero en sus labios solo hay pasión y mentiras, muchas mentiras y para ti dolor.
Los juguetes no están hechos para el amor...