jueves, enero 27

¿Y ahora qué?-Se preguntaba la pobre desgraciada.
Ya se le habían acabado las lágrimas, aunque, de haber tenido, habría seguido llorando.
La verdad es que ya daba todo un poco igual. Era imposible volver atrás en el tiempo y cambiar cualquier cosa que hubiese impedido el desastre. Solo sentía una fuerte opresión en el pecho, como si la apretasen el corazón. Recordaba. Recordaba cada hora, cada minuto, cada segundo. Recordaba cada detalle de esos dos días, esos insignificantes días que se habían convertido en los mas felices de su vida.




Pero ya daba igual, todo daba igual. ¿Qué mas da si mañana se acababa el mundo? ¿Qué mas da si moría en ese instante? Aunque una cosa era cierta, la gustaría mas morir junto a él.

No hay comentarios:

Publicar un comentario